El teatro y los eternos ideales del arte


Con la obra “Bodas de sangre” abrió la versión XVIII del Festival de Teatro de nuestra Universidad.

Con mucha alegría y esperanza se ha organizado, como es tradición, el XVIII Festival de Teatro de la Ucsc, evento que contribuye a desarrollar la actividad teatral en la región. Este año, en el Aula Magna, participaron 20 grupos de establecimientos educacionales, de aficionados, y compañías profesionales.

En cada jornada de este encuentro pude apreciar obras interesantes, trabajadas con dedicación y amor por el teatro, y que permitieron, antes que nada, la distracción y que el espectador se retirara satisfecho, llevándose consigo una partícula del bien y de la verdad que ennoblece el alma. En este sentido, si las representaciones dramáticas han de servir a los más elevados fines del arte, su realización debe ser ejemplar. Un teatro que explota piezas carentes de valores positivos, escritas respondiendo al interés del día y buscando novedades baratas, generalmente, oculta la pobreza del contenido y de cualidades artísticas tras el talento excepcional de los intérpretes.

En cambio, las obras que conservan y guardan los eternos ideales del arte –de la belleza y del bien- se hallan en condiciones de producir enorme impresión con sólo dar cumplimiento en forma seria y reflexiva al tono general de la obra, con claridad y estilo destacado en su ejecución.

En virtud de ello, creo que siempre debiera haber cierta coexistencia en las puestas de escena, es decir, un teatro que ponga en el escenario piezas clásicas en las que encuentren eco las más nobles ideas de actualidad, y piezas modernas que expresen, en forma artística, las manifestaciones de la vida corriente, ya que el teatro es también una arena de compromiso, argumento y participación; el lugar donde se debe poner al público más dentro de sí mismo, y de esta forma contribuir a generar una cultura vinculada al reconocimiento de las personas en profundidad, por lo que son, y no por lo que aparentan. El teatro nos permite reflexionar y nos llena de esperanza, de vida y alegría. ¡Que siempre viva el teatro!

Gloria Varela Betancur
Directora de Extensión Artística y Cultural
Universidad Católica de la Santísima Concepción

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