El deporte es selectivo


El deporte es un elemento discriminador, porque exige que lo practiquen y que destaquen los mejores en cada disciplina. Es decir, los que tienen una contextura atlética privilegiada, una capacidad funcional muscular, ligamentosa y tendinosa sobresaliente, así como también los que tienen mayores habilidades y los que son favorecidos con mayor acceso a practicarlo. El deporte es selectivo y excluyente.

No obstante, hay elementos que pueden marcar la diferencia entre uno u otro deportista, y los éxitos o marcas que alcancen. La carga biológica es un factor que hace la diferencia entre ganar o perder, entre saltar más, ser más rápido y tener más habilidad para una determinada acción motriz. La carga biológica se expresa de diferentes formas y una de ellas es la estrategia celular. Básicamente, un músculo puede estar constituido por dos tipos de fibras, como la denominada fibra blanca, que requiere de muy poca irrigación sanguínea y que se caracterizan por ser más sensibles a los estímulos de potencia, movimientos rápidos y cortos; la otra es la fibra roja, que está asociada a un alto consumo de oxígeno, es decir una mayor irrigación sanguínea (de ahí su nombre), lo que hace que ese músculo pueda responder muy bien a estímulos de larga duración y baja intensidad. Cuando buscamos que un desplazamiento de un lugar a otro sea en el menor tiempo posible, el sujeto con predominancia de fibras blancas será más eficiente que aquel donde predominan fibras rojas.

Por otro lado, el biotipo de un determinado deporte marca la diferencia. Cómo pensar que un basquetbolista de 1,80 metros pueda ser más hábil en un rebote, por sobre un jugador que mida 2,15 metros. Acá la balanza se inclinará, preferentemente, por aquel que sea más alto. Si bien hay exámenes que permiten predecir la estructura física que tendrá una persona, es difícil hacer una proyección, por lo que hay que considerar otros elementos a la hora de saber si este será o no excluido de un deporte.

Estas son las conductas conocidas como volitivas, como la motivación, interés por una actividad, las ganas o deseos que tiene una persona por superarse, por lograr metas, o desarrollarse en una determinada área. Lo físico es importante, la carga biológica es fundamental, pero esto, unido a lo sicológico y emocional, hacen un complemento y pueden llevar a que una persona pueda tener mejores niveles de rendimiento. Dentro de estas conductas, sin duda, hay una influencia del entorno familiar, sobre todo si esta practica deporte o cuenta con implementación deportiva, si proveen una alimentación adecuada al deporte, si entregan la motivación y encantan a los niños para que sigan practicando.

Porque un niño puede ser muy bueno en el deporte, tener la destreza o capacidad adecuada para practicarlo, pero si no tiene instancias para competir o desarrollar sus habilidades, se va a quedar como una persona con capacidades, pero sin desarrollarlas.

La idea no es pensar que estamos predestinados a perder ante alguien que tiene una mejor carga biológica que uno, ya que si una persona es constante, perseverante, que busca cómo mejorar y que

tiene y aprovecha las oportunidades, sí va a tener vías de expresión deportiva a nivel competitivo. Pero tiene que tener claro, desde el punto de vista aspiracional, hasta dónde puede llegar. Aquel que dirige al deportista, ya sea la familia o un profesional, tiene que saber hacia dónde y hasta dónde se puede llevar al deportista.