El Aprendizaje por Servicio


El individualismo caracteriza nuestra sociedad postmoderna, por lo que si se forma a los estudiantes universitarios en un contexto de servicio al prójimo, no sólo adquirirán destrezas técnicas, sino también habilidades blandas que serán de gran estima para la comunidad.

Se requiere en forma urgente, especialmente en el sistema sanitario, profesionales de la salud que sean íntegros, motivados en prestar una atención de calidad, e ir más allá. Me refiero a estar conscientes de que su trabajo es servicio a otros, tal como señalan los juramentos profesionales; los cuales son leídos en las glamorosas ceremonias de titulación, pero (pareciera) que muy pocos están atentos, pues al poco andar de la vida profesional demuestran que se sirven a sí mismos.

Considerando estas necesidades sociales, es que las universidades han implementado nuevos métodos educativos. Es el caso de la UCSC, donde la Carrera de Enfermería se ha orientado a que los estudiantes logren aprendizajes en el saber, en el ser y en el hacer. De esta forma, los alumnos de primer año de la carrera, en la asignatura “Salud Comunitaria I”, tienen su primer acercamiento a la comunidad en forma profesional y con responsabilidad social. Aplicando un modelo de enfermería pesquisan problemas sanitarios relacionados con el entorno físico y cultural de una comunidad elegida por ellos mismos, para luego intervenirlas mediante un servicio educativo.

Los estudiantes, motivados por su primera experiencia práctica, van más allá pues organizan otras actividades de servicio como: limpieza del barrio, arreglos de espacios públicos, jornadas recreativas para niños, etc. La comunidad, al ver las acciones de estos jóvenes, se motivan y se involucran lo que es uno de los objetivos de estas actividades: que cada uno tome conciencia que debemos apoyarnos unos a otros y transformarnos en una sociedad solidaria.

Estas y otras actividades de servicio, señalan los propios estudiantes, son una oportunidad para un análisis introspectivo y una oportunidad para el crecimiento integral y valórico. Así se desarrollan habilidades blandas, fundamentales para el trabajo en equipo y para la atención de las personas en el sistema de salud; atención que debería ser de calidad en términos técnicos y humanos, vale decir con calidez. Tal como se vería en una sociedad desarrollada y madura, como la que ambicionamos.