Mientras el viejo continente comenzaba a vivir un escenario que daría inicio a la Segunda Guerra Mundial, en Chile el médico Esteban Kemeny creaba la Escuela de Dietistas, profesión que hoy es llamada nutricionista. En el país, la preocupación de las élites gobernantes era mejorar la cobertura de la educación primaria, los problemas sociales y el alimentario de los grupos más vulnerables.
La actual pandemia, inédita en la vida de todos, trae de vuelta la misma preocupación. Ello al evidenciar y exacerbar las inequidades del país. Quédate en casa, medida necesaria para contener el avance del contagio del virus, trae aparejado que en los sectores de menores recursos se vea limitado el acceso, la disponibilidad y el consumo de alimentos de adecuada calidad nutricional.
El nutricionista está capacitado para contribuir en la generación, ejecución y fiscalización de políticas públicas destinadas al consumidor, productor de alimentos como también al comercio de ellos. Normas que deben orientarse al aseguramiento de la calidad nutricional y alimentaria que recibe la población, como también el resguardo del acceso adecuado y oportuno de los alimentos en todas las etapas de la vida.
Hoy es muy relevante brindar y proteger la adecuada transferencia de subsidios alimentarios como, por ejemplo, en edades jóvenes los programas de alimentación escolar de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas y la Junta Nacional de Jardines Infantiles. Y en el otro extremo de la vida, en las personas mayores dicha transferencia, sea monetaria o de subsidio, debe permitir mejorar la disponibilidad y el acceso a alimentos de adecuado valor nutricional.
Es de real relevancia la educación alimentaria-nutricional que el nutricionista está destinado a liderar en estos tiempos, para dar herramientas que permitan optimizar los recursos económicos que logren una apropiada alimentación y nutrición. La correcta utilización del ingreso de la familia: priorizando alimentos de bajo costo, adecuadas preparaciones culinarias y alto valor nutricional permitirá favorecer un estado óptimo de salud en todo el grupo familiar.
Problemas nutricionales tanto por déficit (desnutrición en etapas extremas de la vida: menores de un año, personas mayores) como por exceso (sobrepeso y obesidad), consecuencia de una incorrecta alimentación, pueden acentuarse en situaciones como la actual.
La orientación y supervisión en ámbitos de alimentación y nutrición realizada por un nutricionista, puede contribuir a disminuir los impactos socio-sanitarios que puede dejar esta aún desconocida enfermedad. A 81 años de la creación de la primera Escuela de Dietista en el país, la profesión sigue estando al servicio de la mejora de la salud a través del alimento.