De Chile al mundo, ¿dónde están las mujeres en el comercio?


El impacto que puede tener la participación activa de la mujer en la sociedad, es, sin lugar a dudas, considerable. En efecto, estimaciones expresadas en un estudio de McKinsey, indican que disminuir la brecha de género podría llegar a generar un incremento del PIB del mundo de cerca de 12 billones de dólares para el año 2025, cifra para nada despreciable, si se considera que este guarismo es equivalente a la sumatoria de los PIB de Alemania, Japón y Reino Unido.

  Chile ha desarrollado durante tres décadas una política de apertura comercial que ha traído múltiples beneficios en materia de crecimiento económico y posibilidades que han tenido muchas empresas locales, de insertarse en los mercados internacionales. Por lo tanto, en esta materia, la política comercial chilena puede desempeñar un rol muy importante.

  Sin embargo, sabido es que la liberalización económica, no beneficia a todos de igual forma, prueba de ello es que en Chile sólo alrededor del 3% de las empresas de menor tamaño exporta y la realidad de las mujeres no es distinta, pues, de acuerdo a la Segunda Radiografía a la Participación de las Mujeres en las Exportaciones Chilenas, sólo el 4,2% de las empresas que exportan están lideradas por mujeres.

MUJERES INVISIBLES

Importante es preguntarse entonces, ¿cuáles son las barreras a las que se enfrentan las mujeres y que les impiden acceder a los beneficios del comercio y de la apertura comercial?

  Según estudios regionales de la Organización Mundial de Comercio realizados en Asia y África con 200 empresarias, las mujeres desean incorporarse a los mercados internacionales, sin embargo, no saben dónde están las oportunidades, ni tampoco cómo acceder a ellas y carecen de formación sobre aspectos comerciales.

En nuestro país, las dificultades son similares siendo la falta de información el principal escollo.

 El desconocimiento de los requisitos regulatorios, legales y logísticos en el mercado nacional e internacional, la falta de información sobre los mercados de destino y los problemas para conseguir socios comerciales, son los principales obstáculos que enfrentan las mujeres a la hora de querer exportar sus productos y servicios.

La falta de financiamiento es otra de las grandes barreras, pues las empresas lideradas por mujeres, sobre un 80% se financian con capital propio, reinversión de utilidades y préstamos de familiares y amigos, lo que deja en evidencia las dificultades de las mujeres para acceder al mercado financiero. Según la Ocde, esta brecha es causada por la menor experiencia empresarial de las mujeres y por discriminación de género.

A esto se suman las muchas veces escasas redes de apoyo a las que las mujeres pueden acceder y las dificultades que conlleva compatibilizar las labores empresariales con las no remuneradas.

HECHO EL DIAGNÓSTICO…

La expansión de las Cadenas Globales de Valor, del sector servicios y el desarrollo del e-commerce, presentan nuevas oportunidades para desarrollar un comercio y una sociedad más justa e inclusiva. Sin embargo, es necesario trabajar coordinadamente para cerrar las brechas existentes entre hombres y mujeres en el comercio: generar mayor acceso a financiamiento; mejorar capacidades en cuanto a accesibilidad y uso de tecnologías; realizar formación exportadora en modalidad flexible, promover redes de contacto, disponer de inteligencia de mercado, entre otras. La participación de las mujeres en la economía y en el comercio internacional, es prioritaria para enfrentar los grandes desafíos que como sociedad tenemos frente a las desigualdades. Romper la inercia y generar los cambios necesarios, es tarea de todos y todas.

Hecho el diagnóstico, es hora de actuar.