Covid-19 y el deporte al aire libre


A partir de un comunicado realizado por la Organización Mundial de la Salud sobre la escasez de equipos de protección personal por el aumento de la demanda a consecuencia del pánico, se hace necesario reflexionar sobre el peligro de los trabajadores de la salud en todo el mundo, frente a la atención de personas con Covid-19 y otras enfermedades infecciosas, como la influenza.

Considerando que la OMS solicita aumentar a un 40% la producción y suministro de estos equipos, para que el personal de salud se proteja y pueda atender a los enfermos infectados, es prudente evitar contagios aplicando “medidas de prevención”.

Pero, ¿qué sucede a la hora de hacer deportes al aire libre? Es responsable determinar si la persona que realiza deportes al aire libre presenta signos o síntomas de alguna enfermedad respiratoria, como tos, coriza y/o dolor de garganta. En estos casos, se recomienda que permanezca en su hogar y prevenir el contacto con otras personas, sin olvidar que debe limpiar y desinfectar la casa, especialmente cocina y baños, aumentar el flujo de aire y la ventilación de la vivienda.

Cabe destacar que siempre que una persona tenga fiebre, tos y dificultad para respirar, es necesario que sea evaluado por un profesional de medicina, ya que puede deberse a una infección respiratoria o a otro problema grave. Los signos y síntomas respiratorios con fiebre pueden tener diversas causas, y dependiendo de antecedentes de viajes, el Covid-19 podría ser una de ellas.

Ahora bien, si realizamos deporte al aire libre, también podemos y debemos colaborar en la prevención del contagio de enfermedades respiratorias, aplicando medidas de autocuidado básicas y de bajo costo, como lavado de manos con agua y jabón, toser o estornudar sobre un pañuelo de papel o en el antebrazo, evitar tocarse la cara, los ojos, la boca y la nariz, también evitar los cambios bruscos de temperatura, y mantener alimentación balanceada rica en frutas y verduras e hidratación.

Finalmente, todos somos responsables en la prevención del contagio de enfermedades respiratorias. Entonces es un deber mantenernos informados y respetar indicaciones de los profesionales de la salud que siguen los lineamientos y protocolos de las autoridades de salud de nuestro país. Evitar caer en el pánico, a través del respeto y responsabilidad hacia mi persona y el entorno. La situación es delicada y debemos colaborar.