COP 25 y Cuidado del Agua


La COP 25 (conferencia sobre las partes) es una instancia generada por las Naciones Unidas para reflexionar sobre la situación de cambio climático que experimenta el planeta y que este año 2019 se desarrollará en Santiago de Chile, en el mes de diciembre. Para nuestro país tiene un sentido especial por la sensibilidad que experimenta ante las urgencias medioambientales que se derivan de dicha situación ambiental. Particularmente, no podemos dejar de mencionar la crisis hídrica que está llevando al país a una disminución acelerada de los índices de agua caída en las diversas regiones con las consecuencias que ello significa para la población y la naturaleza. Dirigiendo nuestra mirada más allá de nuestra región y de nuestras fronteras no es extraño darnos cuenta cada día de las noticias alarmantes que nos llegan sobre el aumento del deshielo en las zonas polares, la concentración de lluvias en períodos cortos y de fenómenos climáticos asociados al efecto invernadero que se da en el Planeta.

Voces científicas nos indican que el calentamiento global del Planeta tiene su origen en un proceso que naturalmente se da en la Tierra, pero que, desde tiempos de la revolución industrial, se ve acrecentado por la acción del hombre, básicamente por el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo) y que en las últimas décadas tiene una tendencia de aceleración exponencial.

Ante esta situación, no podemos quedar indiferentes. Es una problemática que concierne a creyentes y no creyentes, y donde podemos decir que existe una consonancia entre las alertas que nos entregan los hombres de ciencias con la exigencia que nos inspira la fe respecto de la responsabilidad que tenemos sobre toda la creación. En este sentido, referirnos al problema medio ambiental significa ubicarnos en el areópago donde interactúan la cultura y la fe, porque, como lo expresa el Para Francisco en la Encíclica Laudato Si’, todo está relacionado. Fomentar la Ecología Integral constituye el gran reto para nuestro tiempo, que entre otros elementos centrales quiere llevarnos a una conciencia ecológica en el uso de los recursos de la Tierra y en la necesidad de cambiar nuestros hábitos de vida, de agresivos a amables con la Naturaleza y con toda la Tierra, a quien santos como Francisco de Asís llamaban hermana y madre.

El cuidado del Planeta, la Casa Común, es urgente en nuestros días y parte de la misión de la Iglesia y de cada hombre de buena voluntad; no sólo pensando en nuestro bienestar, sino también pensando en las generaciones futuras y en cada criatura de habita en esta tierra con las cuales no podemos sentirnos desvinculados. No perdamos el asombro al contemplar la belleza que el Creador plasmó en cada criatura de la naturaleza, para que el canto de alabanza por las criaturas que entonó San Francisco de Asís también pueda ser entonado por nosotros y por quienes nos sucederán en el futuro.