Cuando Concepción cumple un nuevo aniversario, cuatrocientos sesenta y un años, desde la fecha en que oficialmente se la fundó y el gobernador Pedro de Valdivia instituyó el cabildo, merece la pena efectuar una reflexión en torno a los grandes hitos de su pasado, la condición de su presente y las expectativas acerca de su futuro.
Pensamos que sus características particulares están representadas en los títulos recibidos en las distintas etapas que ha vivido. Así se la consideró la capital militar del reino; el asentamiento inicial de la Real Audiencia en Chile; la zona desde donde se pidió por vez primera en la gobernación chilena la instalación de una Universidad; la ciudad mártir, por las sucesivas destituciones derivadas tanto por ataques indígenas o por los recurrentes terremotos y maremoto; la cuna de la independencia; la provincia que siguió a la capital en erigir la tercera Universidad de la nación o por último el riñón industrial del país, donde se establecieron las industrias pesadas y de transformación en pos de alcanzar el sueño de desarrollo socio-económico tantas veces postergado.
Todas estas características marcan la ciudad en su evolución histórica y nos revelan al intentar una comparación con la época actual que la tendencia centralizadora impactó de manera negativa a partir de los años sesenta disminuyendo de manera evidente su peso e influencia en la marcha del país. La primacía de la capital pesa como una losa en el resto del país y genera un desangramiento de recursos humanos y materiales que se canaliza hacia Santiago dando origen a un hipercentralismo que asfixia el desarrollo regional.
Las autoridades y comunidad de Concepción tienen en esta hora difícil y desafiante el deber de levantar con creatividad y voluntad de emprendimiento proyectos y acciones que neutralicen una tendencia que nos empequeñece. Si en Concepción existió un grupo de vecinos que en 1919 pudieron levantar una obra como la Universidad, hoy también se podrá realizar una unión creativa y generosa que aporte nuevos aires a la ciudad y al país.
Andrés Medina Aravena
Académico Facultad de Comunicaciones, Historia y Cs. Sociales
Universidad Católica de la Santísima Concepción
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