Comunicado desde la Carrera de Educación de Párvulos de la UCSC frente a lo sucedido en diversas Salas Cunas y Jardines Infantiles del país.


Facultad de Educación UCSC
Facultad de Educación Universidad Católica de la Santísima Concepción

Lo sucedido en los Centros Educativos “Amanecer” de Quilicura (apodado el “jardín del terror”), “El Mandarino” de Huechuraba (olvido en un vehículo y muerte  del menor Borja López) son dos hechos de muchos otros que quedan en silencio y que afectan a niños y niñas que asisten a centros educativos infantiles, éstos han llamado la atención nacional y ha sido “aprovechada” comunicacionalmente por varios medios de prensa. Los descuidos y malos tratos propinados a los niños y niñas que asistían a salas cuna y jardines infantiles fueron el centro de muchos noticiarios nacionales.

Preocupación en la carrera al ver que la vulneración de derechos hacia los niños y niñas se transforma en un episodio frecuente en nuestras aulas,  sobre todo por el hecho de que los adultos responsables muchas veces  no están capacitados y no demuestran vocación ni responsabilidad para un trabajo pedagógico integral. De aquí la preocupación de los Centros Formadores por la calidad de la formación y criterios de selección de Educadores y asistentes de párvulos respecto a la oferta educativa actual.

Consideramos que el fenómeno de la violencia en los centros educativos, en general, tiene su origen fuera de las aulas y que responde a prácticas que socialmente estamos presenciando y que forman parte de cómo se resuelven los conflictos sin existir mediación ni negociación. Pero esta realidad no justifica el actuar de estos adultos; educadores y muchas veces los propios padres o madres, que actúan maltratando o descuidando a los niños y niñas. En tal sentido, se hace necesario que la sociedad  y específicamente las comunidades educativas asuman su rol formador y transformador de la realidad. Importante también es el rol de las instituciones que supervisan y empadronan los centros educativos infantiles (Salas Cuna y Jardines Infantiles), puesto que suponen un control y acompañamiento al velar por una atención de calidad en cuanto a perfiles profesionales y proyecto educativo.

Considerando lo que los medios de comunicación destacan respecto de nuestros niños y niñas, cabe preguntarnos ¿De qué manera el tratamiento de esta “noticia” ofrecido por los medios ayuda a resolver  las situaciones de vulneración de los derechos de la infancia en nuestro país? y  ¿Cómo las instituciones educativas fortalecen el trabajo colaborativo y de vinculación con la comunidad/sociedad en relación a la infancia, sus políticas y derechos?

Por último, desde la Universidad, creemos que es tremendamente relevante realizar un análisis respecto de cómo nuestras prácticas investigativas, pedagógicas y formadoras ayudan a fomentar una visión del niño y niña como persona sujeto de derechos, validando así las prácticas éticas y valóricas que todo educador debiese ejercer; cuestión de la que la Facultad de Educación de nuestra Universidad se ha hecho cargo a través de la misión y la visión de la formación de estos profesionales.

Docentes Carrera Educación de Párvulos
Universidad Católica de la Santísima Concepción