La actividad de cultivos marinos en Chile, se remonta a 1943 cuando se promulga la ley N° 7.535 que crea la Estación de Mitilicultura de Quellón “con el objeto de vigilar y propender el cultivo y repoblación de mitílidos”. Sin embargo, es mucho mas tarde en que se establece la necesidad de realizar investigación como base para sustentar los cultivos. En 1963 se crea el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) orientado a la investigación de los recursos marinos pero con énfasis en el estudio de las condiciones oceanográficas de la anchoveta en la zona norte de Chile. Se realizan numerosos estudios, hasta que en 1965 sobreviene el Evento del Niño, provocando el colapso de la pesquería de cerco de la zona norte. En 1967 se crea por IFOP el Centro de Cultivos de Putemun en Chiloé y se inicia la investigación oceanográfica asociada a la pesca demersal: merluza, camarón y langostino en la zona centro sur. Paralelamente se inició el estudio de la biología de los recursos con el propósito de conocer los estados de condición de las especies en explotación y buscando regular la pesca de acuerdo a la selectividad de las artes. Estas investigaciones aplicadas, fueron pioneras en América. Las Universidades aportaron con profesionales e investigadores que permitían el desarrollo de la investigación aplicada e investigación básica. El año 1972 – 1973 se produce otro Evento del Niño, que deja reducida la flota pesquera en el Norte de Chile por la perdida del recurso anchoveta. Llegan los años 80 y se estudia la posibilidad de iniciar la salmonicultura, al comienzo con técnicas de “ranching” en la Décima Región. La investigación ahora avanza casi en paralelo con las iniciativas de cultivo en jaulas. Nuevas áreas se incorporan a la producción. En esta época se inicia la búsqueda de nuevas zonas de captura para la pesca de arrastre y se establece un decreto que autoriza la pesca en la plataforma Continental desde los 42º al Sur. Esta área escasamente estudiada y conocida desde un punto de vista oceanográfico y pesquero. Las ciencias del mar a veces aventajan a través del conocimiento, las inquietudes privadas de explotación pesquera o a veces se quedan a la saga. Sin embargo, tienen la capacidad de reaccionar. Esto ha pasado con especies como el Orange roughy o con el cultivo del salmón. Ha habido algunas experiencias con otras especies como por ejemplo el esturión, sin que hayan fructificado. Cada una de estas etapas, ha estado marcada por la incorporación de experiencias documentadas y críticas en trabajos de investigación, creando un acerbo de conocimiento cada vez mayor.
Las ciencias del mar no sólo están relacionadas con las especies recursos pelágicos o demersales, en el último tiempo la pesquería artesanal cobra importancia por el valor agregado de sus productos. Sin embargo, la regulación es difícil y la apertura a los mercados internacionales rompe la estabilidad de los stocks costeros, como sucedió con las algas, el loco, las almejas y navajuelas. Se requiere de otras visiones, y aparece un sistema de administración de los recursos costeros como las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Marinos Biológicos (AMERMB). Sin embargo, esto requiere de compatibilizar los usos de la zona costera y de una conciencia de conservación que permita proteger los recursos, no solamente desde el punto de vista de la explotación si no también de la belleza del paisaje, del conocimiento de los ecosistemas y de su estudio para las generaciones futuras.
A fines de la década de los años 80, nacen los primeros Institutos de Investigación privados, como una forma que la actividad privada pueda tener una opinión técnica sobre los recursos, tanto en la pesca de cerco, pesca demersal y piscicultura. El desarrollo de programas de excelencia en Oceanografía y la formación de redes de investigación marca los años 2000 en adelante, dando paso importantes en el desarrollo de la disciplina.
Otro elemento importante que se suma a los intereses de las ciencias del mar es la contaminación marina. La extensa costa y actividades desarrolladas en el litoral son un permanente riesgo de entrada de contaminantes en las aguas costeras. Esto es mayor en los puertos, desembocaduras de ríos, lagunas costeras, marismas y fiordos. Las costas son áreas protegidas donde muchos organismos depositan sus ovas y se produce el crecimiento de los juveniles protegidos por las algas del lugar. Los cambios producidos afectan en forma severa el desarrollo o la viabilidad de los juveniles. Por lo que es importante el conocimiento químico de las aguas y la detección temprana de cualquier contaminante. Una de las regiones más críticas son los puertos, así como la zona de fiordos y canales del sur de Chile desde los 42,5º S hasta el Cabo de Hornos. Zona que está siendo estudiada por un programa especial denominado CIMAR FIORDOS y donde la sigla CIMAR significa Cruceros de Investigación Marina de Áreas Remotas y que se inició en 1995. En este mes algunos investigadores no estarán presentes en el Congreso, por el hecho que se está realizando el 16avo Crucero de investigación que cubre, desde el estrecho de Magallanes al Cabo de Hornos.
Finalmente, los cambios producidos por forzantes eventuales, pueden también producir cambios relevantes en los sistemas costeros y cambios radicales en los ecosistemas y en la productividad del área. El terremoto y maremoto del 27 de Febrero, el terremoto y maremoto de Aysén y la erupción del volcán Chaitén son ejemplos recientes de ello. En este sentido, el interés de las ciencias del mar a través de estudios de geología marina permite conocer y entender los procesos ocurridos y el impacto ecológico que ello produce.
El XXX Congreso entre el 19 y el 22 de Octubre del presente año, se desarrollará en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, reunirá académicos, investigadores y estudiantes de Ciencias del Mar de las distintas Universidades Chilenas. En este congreso se presentarán 200 presentaciones libres y 200 paneles, que mostrarán los resultados de proyectos e investigaciones mas recientes. Las ideas fuerza de esta reunión está en los eventos del 27/F y la evaluación del efecto del calentamiento de nuestras aguas costeras como consecuencia del Cambio Global.
Dr. Ramón Ahumada Bermudez
Académico Facultad de Ciencias
Universidad Católica de la Santísima Concepción
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