Chile y el Mundo


El título lo he tomado prestado del libro que Joaquín Fermandois publicó ya hace algunos años (Chile y el mundo. 1970-1973. La política exterior  del gobierno de la Unidad Popular y el sistema internacional, Santiago:1985) que convertido ya en un  clásico (casi un incunable por lo prácticamente imposible que resulta su compra) generó todo un cambio en la manera tradicional de estudiar y comprender la historia de Chile. A partir de ese momento el eje de gravedad para comprender mejor a nuestro país y su acontecer se comenzó a labrar en clave internacional. Y ello por que “(…) las relaciones internacionales pertenecen al sustrato íntimo de lo que conforma la identidad de un país o una sociedad, como podrían serlo los procesos culturales, económicos o demográficos”, como apostilla este autor.

La década de los ´90 del siglo XX fue clave en el cambio de tendencia y marcó el inicio de un proceso de construcción tanto teórica como politemática en los estudios internacionales. El período coincidió tanto con la recuperación democrática como con la reinserción y ascenso internacional de Chile. Son los años del advenimiento de la posguerra fría, del Bicentenario de la Revolución Francesa y de una serie de eventos que captaron la atención mundial entre 1989-1991.  Es el lustro de la globalización, del colapso de los socialismos reales en Europa central y oriental, de la  ampliación del proyecto europeísta. La década siguiente se inauguró con los atentados terroristas en Nueva York, Londres y Madrid que tiñeron de rojo las tesis del paraíso hegeliano de F. Fukuyama y los mitos civilizatorios de S. P. Huntington. Estos hechos produjeron una aumento sustancial por parte de la opinión pública chilena hacia los asuntos internacionales en una sociedad acostumbrada a vivir intensamente los cambios occidentales, sus grandes oscilaciones y la evolución de una historia mundial, lo que terminó favoreciendo la profundización de una conciencia nacional de pertenencia global. Es la otra transición, la internacional, donde Chile mudó de su estatus de simple observador-modelo (utopía y antiutopía) a actor-partícipe global.

El debate sobre estas cuestiones ha encontrado un espacio de desarrollo en el mundo académico, así durante las últimas décadas se han ido acrecentando las jornadas, coloquios, seminarios, y simposium especializados en torno a los temas internacionales, lo que también ha permitido estimular la investigación de alto impacto, así como el desarrollo de tesis de pre y posgrado que abordan algún aspecto de la historia de las relaciones internacionales de Chile y de su política exterior.

En ese horizonte debemos situar la enorme actividad de reflexión académica e intelectual que se ha dado con inusitada fuerza este 2013 en relación a ésta área del conocimiento.
Así por ejemplo, en el mes de julio y con una nutrida presencia de especialistas chilenos se desarrolló en Buenos Aires las XIV Jornadas de la Asociación Argentina de Historia de las Relaciones Internacionales (AAHRI) y las IV Jornadas de la Asociación Latinoamericana de Historia de las Relaciones Internacionales (ALAHRI). Luego vendrían las XX Jornadas de Historia de Chile, celebradas en Iquique (agosto, 2013), donde por primera vez se organizó un simposium que abordó temas de historia de las relaciones internacionales de Chile s. XIX-XX y aspectos teóricos-metodológicos necesarios en todo estudio subdisciplinar. También se organizó en la ciudad de Concepción, y al amparo de un proyecto FONDECYT de iniciación, un Seminario Internacional en la carrera de Licenciatura en Historia de la UCSC el que contó con especialistas europeos y chilenos (agosto, 2013).

Posteriormente, Valparaíso fue el lugar de encuentro para las V Jornadas de Historia de las Relaciones Internacionales, (septiembre, 2013) las que gracias al empuje y entusiasmo del Dr. Leonardo Jeffss y del Dr. Claudio Tapia se han convertido en una toda una tradición y espacio que es muy valorado por los investigadores que presentan los estados de avance de sus proyectos. Para cerrar el año, en noviembre en la ciudad de Santiago se desarrollará el Seminario “Teoría de las Relaciones Internacionales: un aporte para Chile” en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE).

En todo y cada uno de los encuentros mencionados se abordan problemas de nuestra política exterior, pretérita y presente, se plantean aspectos teóricos y metodológicos, pero también se ahonda en los vínculos históricos de largo plazo que todavía viven entre nosotros (Europa, Estados Unidos, Sudamérica). Se entregan reflexiones profundas que contribuyen a conocer y proyectar nuestro papel a nivel vecinal, regional y mundial y que nos permiten cautelar nuestra vulnerabilidad que es consecuencia de la economía abierta que profesamos. Se nos orienta acerca del sitio que ocupamos en el sistema y en la comunidad internacional, y muchos aspectos claves para comprender la posición que ocupa o aspira a tener nuestro país como potencia regional media.

A pesar de todo ello falta un esfuerzo adicional para que estas iniciativas desarrollen en el ciudadano una clara conciencia política acerca de la importancia y consecuencias que tiene la política exterior a nivel país, y que lo que importa de ellas no son sólo los aspectos comerciales o las coyunturas fronterizas del momento, por sísmicas que sean.

Creo firmemente que del ámbito académico universitario nacional (Santiago, Valparaíso, Concepción) donde ya hace mucho se está haciendo -a veces con más ganas que recursos- un trabajo riguroso y entusiasta es necesario avanzar con audacia hacia las oficinas de quienes sirven cargos de responsabilidad institucional tanto en la conducción como en la ejecución de nuestra política exterior y de nuestras relaciones internacionales, para analizar, discutir y criticar estos asuntos y ver como contribuimos a que el país tenga una mejor y más robusta acción exterior que sea capaz de situarse al nivel que Chile merece y espera.

cmedinaDr. Cristián Medina Valverde
Académico
Licenciatura en Historia
Universidad Católica de la Santísima Concepción