Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO, 2010), uno de los principales desafíos para los próximos años será la producción y obtención de proteína animal para la alimentación humana. En este escenario la acuicultura, producción controlada de especies marinas y dulceacuícolas, ha demostrado ser un sector productivo clave para enfrentar este desafío gracias a su dinamismo y crecimiento cercano al 8 por ciento anual, superando con creces a la actividad de agricultura y producción de ganado terrestre, que sólo aumenta en 2.5 por ciento.
Sin embargo, el crecimiento de la acuicultura a nivel mundial y en Chile demanda y demandará en los próximos años de modelos productivos y de gestión que permitan asegurar su crecimiento, la sustentabilidad ambiental de la actividad e inocuidad alimentarias, lo que implica necesariamente la diversificación hacia nuevas especies para el cultivo (donde la Biotecnología es clave), nuevas áreas para la producción, el desarrollo de innovaciones tecnológicas de cultivo, la eficiencia energética y el aseguramiento de condiciones sanitarias en base a la bioseguridad y la gestión de riesgos.
Es evidente que el esfuerzo de nuestro país debe estar orientado a la formación de capital humano y profesionales que puedan asumir y enfrentar los nuevos desafíos que impone la acuicultura. Así, resulta relevante el esfuerzo que la Ucsc realiza al crear una Beca de Ciencias del Mar, con el objetivo de que nuevos jóvenes se entusiasmen y asuman el desafío profesional y social que significará la seguridad alimentaria de las generaciones venideras, lo que se suma a lo que ya ha realizado en los últimos 30 años en la formación de profesionales en esta área.
Pablo Venegas Cabello
Jefe de Carrera Ingeniería Civil en Biotecnología Acuícola
Universidad Católica de la Santísima Concepción
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