Como ya es tradición, durante la primera semana de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año bajo el lema “Amamantar y trabajar”. En este contexto es prudente recordar que la leche humana es el alimento óptimo por excelencia, sin sustitución alguna. Sus características nutricionales están adecuadas para el crecimiento y desarrollo en las primeras etapas de la vida de nuestra especie. Además, la lactancia materna suma una gran variedad de beneficios biopsicosociales con repercusión no solo en el binomio madre-hijo, sino también en la familia y la sociedad. Por esta razón, la promoción, fomento y mantención del consumo de este fluido “divino”, es fundamental.
La evidencia científica recomienda lactancia materna de manera exclusiva durante los primeros 180 días de vida, posterior a esa edad, debe ser complementada por alimentación no láctea, con una extensión que debe ser definida por el niño o niña, favoreciendo un destete respetuoso. Sin embargo, la extensión de la lactancia materna se puede ver perjudicada por situaciones cómo el trabajo de la madre, problemática que nuestro país busca subsanar mediante la legislación que ampara el derecho de ser madre y mantener su puesto de trabajo, mediante la Protección de la Maternidad incorporada en el Código del Trabajo Chileno.
Entre los derechos por maternidad, destacan: Descanso pre y postnatal, como uno de los pilares en la extensión hasta los 6 meses, el fomento de la lactancia materna y el Derecho para dar alimento al hijo o hija, beneficiando a madres de hijos menores de 2 años, con una disposición de a lo menos una hora al día para el amamantamiento.
Por otro lado, los equipos de salud especializados en el tema, debemos apoyar el proceso de lactancia materna y trabajo materno, mediante la capacitación de técnicas de extracción adecuadas para la obtención de leche, en horas que no se encuentre con el lactante. Así también, se debe instruir en la conservación del alimento para no provocar contaminación de este. La durabilidad de la leche es 6 a 8 horas a temperatura ambiente, 3 días en refrigeración (0 a -5° C) y 3 meses, cuando es congelada.
Finalmente, otros coayudantes que se ponen en juego en la combinación entre trabajo y amamantar, es la voluntad de los empleadores y equipos de trabajo, los que deben solicitar, apoyar, facilitar y gestionar la adaptación u optimización de lugares físicos que favorezcan la extracción y conservación del alimento, ya que incomodidades para la madre pueden perjudicar una lactancia exitosa.