Acceso a la Pedagogía en Chile


La calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes concluye el estudio de McKinsey & Company (2008), por encargo de OCDE, investigación que buscaba saber cómo hicieron los sistemas educativos, con mejor desempeño del mundo, para alcanzar sus objetivos. Conclusión: a) conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia; b) desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes; y garantizar que el sistema sea capaz de brindar la mejor instrucción posible a todos los niños. La clave es seleccionar las personas con potencial docente, desarrollar el talento pedagógico que poseen e instalar un sistema centrado en el desarrollo de niños y jóvenes. Una decisión errada en la selección de quienes quieran estudiar pedagogía puede derivar en hasta 40 años de mala enseñanza. Se ha comprobado que, por cada año en que un niño pasa frente a un docente inefectivo, puede retrasar hasta en seis meses su aprendizaje. futuros profesores deben ser seleccionados dentro de los estudiantes más talentosos para trabajar con niños o jóvenes. No se trata de saber un contenido, sino saber enseñarlo, asegurándose que lo aprendieron.

En Chile, la Ley 21.091 de Educación Superior (29.05.18) establece un “Sistema de Acceso” que reconociendo “la diversidad de talentos, capacidades o trayectorias previas de los estudiantes” (Art. 11), permite a las carreras de pedagogía desarrollar procesos e instrumentos específicos para la selección de sus postulantes. Como requisito, en 2019 todas la pedagogías deben estar acreditadas (CNA), cumplir con condiciones de infraestructura, cuerpo académico, programas de mejora, convenios de vinculación con el entorno y prácticas en establecimientos escolares. Además, los programas deben cumplir con estándares pedagógicos y disciplinarios para la formación inicial. Los nuevos requisitos de ingreso consideran alternativamente puntaje, notas o cursar y aprobar un programa de acceso a la educación superior reconocido por el Mineduc.

Se concibe la idea de un proceso de selección y no sólo la aplicación de un instrumento. Por ello ha de ser del todo relevante responder una cuestión central: Saber qué es el Talento Pedagógico y saber cuándo una persona tiene potencial docente. El desarrollo de ese potencial supone que la persona ha de tener las cualidades, rasgos o características que favorecen el desempeño docente de calidad. En diversas investigaciones realizadas por Aros y Bustos (2016), Hermosilla y Lara (2017), Caro y Torres (2017), Bustos, Godoy, Palma, Sáez y Silva (2018) y Ulloa (2018), en la UCSC, concluyen que los docentes altamente efectivos en el aula, muestran en su desempeño una clara orientación hacia la enseñanza (incluida la vocación), poseen estabilidad emocional para enfrentar los desafíos de una aula cada vez más exigente, desarrollan sus acciones con habilidades sociales asociadas al desempeño dentro y fuera del aula y, son capaces de tomar decisiones pedagógicas basadas en habilidades cognitivas superiores.

En este sentido, es posible que los programas de acompañamiento que actualmente se desarrollan en algunas universidades chilenas, como el PACE y los Propedéuticos o Escuelas de Talento estén bien encaminadas en atraer tempranamente a los futuros docentes, pues pueden desarrollen el potencial docente, sin embargo, falta precisar las características propias del talento para desarrollarlas al máximo en un entrenamiento académico exigente.