Exhibición de cortometraje permite a estudiantes profundizar conocimientos sobre producción audiovisual

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Actividad organizada por DAM contó con la participación del director de “Ruido”, Samuel González, quien compartió su experiencia profesional con los alumnos de esta carrera.

La exhibición del cortometraje “Ruido” fue la base de la conversación que sostuvo su director y docente de la UCSC, Samuel González, con estudiantes de la carrera de Dirección Audiovisual y Multimedia. Una instancia que les permitió a los futuros realizadores interiorizarse en el trabajo que permitió llevar a cabo esta producción.

“Ruido” es el resultado de un taller de actuación que González realizó en el Colegio Emprender de Osorno, en el que participaron alumnos y profesores del establecimiento educacional, así como actores nacionales, entre ellos, Alfredo Castro.

“Desde que egresé de la escuela de teatro, en 2012, comencé a trabajar en estos proyectos con talleres de cine que generalmente terminan con una producción. Este es uno de aquellos por los que tengo más cariño. Fue muy bonito, pues trabajamos en un colegio subvencionado donde la mayoría de los niños provienen de sectores rurales”, comentó el Director.

La pieza audiovisual tiene una duración de 20 minutos y en ella se aborda el VIH Sida. “Este es un tema muy estigmatizado. Creo que ahí está el gran problema y era lo que quería mostrar, la parte negativa del cahuineo y la desinformación, y también ver cómo lo que triunfa es el lado más humano, el cariño de los niños por su profesor. Finalmente, el mensaje es ese, que ante cualquier cosa siempre pueden triunfar el amor y la empatía por una persona más allá de su condición o de su estado de salud”, sostuvo González.

Asimismo, explicó que esta idea central nació de conversaciones con los propios estudiantes y que se buscó poder educar en torno a él. “Se tuvieron reuniones con la dirección y los apoderados del colegio y, a pesar de la temática, tuvimos una muy buena recepción de parte de todos”.

El primer desafío de la producción fue seleccionar a los niños, lo que se llevó a cabo por medio de audiciones. Sobre su trabajo con ellos, Samuel González señaló que no tuvo mayores problemas. “Creo que todo tiene que ver con la relación y la confianza que se genere y yo tuve el tiempo del taller para desarrollarlas, así como para prepararlos para lo que se venía”.

En cuanto a los adultos agregó que, aunque tuvo poco tiempo para ensayar, esa dificultad estuvo suplida por las ganas que tenían de actuar y que su labor con ellos también tuvo que ver con que se sintieran confiados. Además comentó que el cortometraje tuvo un 90% de improvisación, pues no hubo un guion fijo y que representa una forma no muy tradicional de hacer cine, al ser un trabajo que se origina en un taller y que se lleva a cabo con un equipo totalmente regional.

“En la dedicación a lo que se está realizando hay mucho aprendizaje. Se aprende haciendo, equivocándose y probando cosas, dedicando más horas de las normales a la edición. El cine tiene la magia de que siempre se puede hacer algo para que funcione”, concluyó.