Universidad inclusiva: inversiones que apuntan a la accesibilidad Universal

Publicado por el

Acreditación

Con un presupuesto cercano a los 1000 millones de pesos, proyecto de recursos para la inclusión considera un plan de ascensores, rampas y circuito inclusivo.

En el marco de la Ley 20.422, sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad, la política inclusiva de la UCSC permitió realizar los ajustes necesarios para dar cabida a alumnos y trabajadores en esta situación. Se trata del proyecto que persigue la accesibilidad universal al interior del Campus San Andrés, a través de ascensores, rampas y un circuito inclusivo.

La construcción del circuito accesible se inició en 2018 con la facilidad de ingreso a nueve edificios del Campus, de acuerdo con la nueva normativa de accesibilidad arquitectónica exigible a edificaciones públicas, con atención a público, con destino a equipamiento y ocupación mayor a 100 personas, así como edificaciones de uso colectivo.

“La política inclusiva de nuestra Universidad va en la línea de hacerla accesible a todos los estudiantes. El plan implica recursos para apoyar la inclusión, tanto en instalaciones, rampas y circuitos, con una inversión total del orden de los 1000 millones de pesos, en un periodo que va desde 2018 a 2022”, afirma Claudio Silva, Vicerrector de Administración y Finanzas.

La instalación de ascensores incluye la remodelación para aquellos edificios ya existentes, mientras que toda la infraestructura nueva, implícitamente, considera estas adecuaciones.  En 2019 se instalaron ascensores en Facea y Biblioteca, mientras que en este 2020 se consideran equipamientos para en la Sede Cañete del Instituto Tecnológico y el Edificio Santa Teresa de Jesús de Ávila de la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales. Además, se adicionan equipos en el Edificio de Laboratorios de Ingeneiría y en la Facultad de Ingeniería.

El plan de rampas, en diversas facultades y el Edificio Central, va de la mano con el circuito inclusivo: «Partió en 2018 con alrededor de 800 metros lineales construidos, con distintos pavimentos y demarcaciones, que permiten una circulación más expedita entre los diversos edificios del campus San San Andrés”.

El circuito inclusivo es continuo y cuenta con distintos tipos de pavimentos y baldosas.

Baldosa lineal roja: va en todo el circuito y señala direccionamiento, marcando la dirección de la ruta.

Franja amarilla: muestra las circulaciones existentes y su función es delimitar el ancho de las rutas accesibles.

Baldosa amarilla: podotáctil, con botones, presente en los cruces para señalar alerta o precaución. Representa el cambio desde pavimento a pendiente.

Franjas blancas: Presente en los cruces, delimitan la continuidad del cruce.