Cecilia Gutiérrez, jefa Unidad Desarrollo Organizacional.
En esta nueva realidad, «vuca» -acrónimo que hace alusión a volátil, incierto, complejo y ambiguo- todos los líderes y equipos deben adaptarse constantemente y distinguir entre “lo que es importante, de lo que no lo es” y cómo cambian las prioridades.
En ese sentido, los líderes deben ayudar a organizar la ambigüedad, aportando a que el equipo pueda crear un sentido colectivo y de propósito que permita efectivamente “hacer equipo” y reestablecer su confianza.
Un buen ejemplo de ello, es el equipo que conforma la Mesa de Ayuda UCSC, en que operadores y trabajadores de soporte, cada día trabajan y entregan lo mejor de sí, en circunstancias muy complejas. Ellos ejemplifican este “trabaja en equipo” y de cómo se lidera, a través de la escucha activa, empatía y confianza.
Este equipo – con el que me tocó reunirme hace unos días – tiene claridad absoluta sobre su propósito y fin , y si bien en un principio desconocían el alcance de sus acciones, hoy se muestran como un equipo firme, comprometido y cohesionado. Cada integrante está en permanente alerta, tratando de entregar la información más clara posible y apoyándose mutuamente, enfocados en los talentos y fortalezas de cada uno, siendo flexibles, adaptables y con inspiración a servir. Para lograrlo, han requerido desarrollar habilidades interpersonales, habilidades en el uso de herramientas de colaboración, conocimientos varios y como ellos dicen “mucha paciencia”. Menciono esto pues tendemos a señalar ejemplos externos – de cómo hacer equipo y liderar -o hablamos en abstracto de ello y no me cabe dudas que hay más ejemplos al interior de nuestra Comunidad.
En este periodo y los siguientes requerimos de liderazgos basados en la colaboración, el compromiso y la confianza. Líderes que estén inspirados e inspiren a otros, ágiles , adaptables, creativos y capaces de asumir el cambio continuo. Esto va a generar las condiciones necesarias para que los equipos puedan manejar la ansiedad, frustración e incertidumbre que les puede generar este periodo y los que vienen, y a la vez, se comprometan a dar lo mejor de sí y a apoyarse mutuamente.
Al consultarles por sus aprendizajes me señalaron que: “han aprendido y comprendido que la razón y el propósito de su vida es ayudar a otros” y que eso “les llena el corazón – les hace sentirse pleno y privilegiados». Aprendieron que ante la adversidad siempre habrá personas dispuestas a unirse por nuestra UCSC y afrontar cualquier desafío. Otra frase muy significativa fue que “aunque no sea presencial – igual se puede ayudar a la distancia y con cariño”, “que hay que adaptarse, aprender a escuchar” y “valoran lo que hacen otras personas y unidades de la UCSC, que antes desconocían” y por sobre todo, aprendieron a trabajar en equipo.