El Dr. Juan Cancino hizo una presentación sobre intelectual chileno en la conmemoración de los 280 años de su natalicio, que organizó la Universidad de Talca.
“Abate Juan Ignacio Molina, un sabio del siglo XVIII vigente a 280 años de su natalicio” fue el tema que presentó el académico de la Facultad de Ciencias de la UCSC, Dr. Juan Cancino, en una charla que dictó en el marco de la conmemoración del sacerdote y naturalista chileno, organizada por el Proyecto Asociativo Regional Explora Maule de la Universidad de Talca, en conjunto con el proyecto “Compendio Natural del Abate Molina”.
En la oportunidad, el académico y exrector de la UCSC se refirió, a través de la Facebook Live PAR Explora Maule, a la importancia del legado del Abate Molina, quien nació en 1740 en Villa Alegre, Región del Maule, y vivió en Europa, como resultado de la expulsión de los jesuitas en Chile, asentándose en Bolonia, Italia, donde desarrolló su obra.
“El Abate Juan Ignacio Molina ganó el respeto por hablar el lenguaje de la ciencia, siendo considerado un sabio. Después de que falleció el 12 de septiembre 1829 su tumba estuvo entre la de Copérnico y Galileo, en el panteón de los hombres ilustres de Bolonia, hasta que fue repatriado a Chile. Fue uno de los grandes naturalistas de su tiempo y por eso lo seguiremos recordando”, explicó el Dr. Juan Cancino.
Modelo a seguir
“Él fue un defensor de su patria. Eso lo sabemos porque los filósofos e historiadores Europa tenían establecida una visión de América asociada a la pobreza, carencias, climas malignos y degradación del ser humano, entre otros. Sin embargo, el Abate Molina en sus textos describió las maravillas de Chile, comparando el clima con el de Italia; contó sobre las riquezas botánicas del país y sobre la lengua chilena -que para él es el mapudungún- y que comparó con el griego, que es uno de los idiomas que él dominaba”, detalló el académico de la UCSC.
Algunos de los hechos que el Dr. Cancino destacó en su exposición respecto del Abate Molina fueron sus propuestas referentes a la evolución, anteriores a las teorías de Darwin, basadas en sus estudios de los reinos de la naturaleza; así como también el ser el primer chileno en utilizar el sistema de clasificación binominal para identificar a las especies. “Sus ideas sobre la evolución le significaron ser acusado e investigado por parte de la Inquisición, siendo luego sobreseído. Más tarde se convertiría en el primer americano miembro de la Academia de Ciencias del Instituto de Bolonia”. Asimismo, en su exposición, el académico de la Facultad de Ciencias, destacó al intelectual chileno por su vocación, tanto religiosa como científica, “él es un modelo a seguir, independiente de cuál sea su obra”.