
Durante un año los investigadores desarrollaron el proyecto “Developing EFL Classroom Activities” con 30 profesores de Inglés de establecimientos municipales de la región y 10 estudiantes de la carrera de diversas universidades de la zona.
Un alto grado de incoherencia entre lo que el profesor declara hacer en clases y lo que efectivamente ocurre en el aula es uno de los resultados que reveló el proyecto del Fondo de Investigación y Desarrollo en Educación (FONIDE) “Developing EFL Classroom Activities”, que durante el año pasado realizó un equipo de académicos de nuestra Universidad con profesores de inglés de establecimientos municipales de la región.
El proyecto, que en 2008 se adjudicó un grupo de investigadores de Pedagogía en Inglés y que concluyó este 31 de diciembre, consideró a 20 profesores de Inglés de Enseñanza Básica, 10 de Media y 10 estudiantes de último año de esta Pedagogía de diversas universidades de la zona.
Las conclusiones de la investigación se dieron a conocer a sus participantes el 18 de enero, jornada en la cual también se realizaron tres talleres de perfeccionamiento diseñados a partir de estos resultados. Los talleres fueron: actividades que promueven la interacción en inglés, la enseñanza de la gramática en contextos comunicativos y el uso de video en la sala de clases.
“La idea era investigar cuáles son las concepciones, las creencias que tienen ellos tanto de básica como de media, sobre la enseñanza y aprendizaje del inglés. Así como también ver qué ocurría a nivel de aula, la forma en que desarrollan sus clases. Queríamos comparar si había congruencia entre lo que dicen que hacen y lo que hacen en la sala de clases”, explicó Claudio Díaz, Director del Proyecto.
El investigador explicó que, en algunos casos, la congruencia está bajo el 50% cuando dicen que “el estudiante tiene un rol preponderante en las clases”, lo cual no se observa en la sala de clases.
“La explicación tentativa que ellos señalan es que existen demasiados factores socioeconómicos por parte de los estudiantes que inciden en su formación, que muchas veces tienen que abordar problemas personales, problemas con el idioma materno, problemas familiares de alcoholismo y drogadicción”, comentó.
El estudio sí reveló la existencia de altos grados de consistencia, por ejemplo, cuando dicen que “tienen un enfoque comunicativo de la lengua” o que “realizan diferentes actividades”.
A partir de esta investigación los académicos formularon propuestas como la necesidad de que los perfeccionamientos que ofrece Mineduc para estos profesores tengan un componente práctico en la escuela y no centrado en la Universidad. También, que las Facultades de Educación o Lenguas desarrollen modelos de prácticas pedagógicas sustentadas en la reflexión y herramientas de observación para los futuros profesores que les permitan detectar y resolver problemas, entre otras.