Pacientes fueron parte del proyecto FAS «Seminarios integrativos: Nutrición, salud mental y medicina complementaria” realizado por el académico de Mauricio Sotomayor.
El profesor Mauricio Sotomayor planteó el proyecto «Seminarios integrativos: Nutrición, salud mental y medicina complementaria para pacientes con enfermedad de Parkinson, Concepción 2017», el que fue financiado por el Fondo de Apoyo a Seminarios, FAS.
Este fue aplicado a 13 personas miembros del grupo Unión Parkinson Biobío y tuvo como objetivo evaluar el impacto de la entrega de conocimientos y herramientas enfocados en un tratamiento integrativo: nutrición, salud mental y medicina complementaria, con el fin de mejorar su calidad y retrasar el avance progresivo de su enfermedad, Segundo semestre 2017.
Luego de más de dos meses y 10 sesiones “el proyecto resulto bastante satisfactorio”, comentó Mauricio Sotomayor, explicando que para el estudio de la nutrición, se contó con la ayuda de un grupo de tesistas de la carrera de nutrición y dietética, con la tesis titulada “Consumo de antioxidantes exógenos en adultos mayores con Enfermedad de Parkinson del Gran Concepción”.
Las autoras de este estudio fueron Jenny Miranda, Camila Valdebenito y María Vásquez y con sus resultados “fue posible hacerse una idea acerca las características alimentarias antioxidantes y el potencial rol protector ante el avance de la enfermedad. Se espera poder publicar los datos más relevantes. Se trabajó en la corrección e incorporación alimentos aportadores de fitonutrientes, con el fin de mejorar la capacidad antioxidante”, explicó el académico.
En relación a la salud mental se realizó sesiones de autocuidado y psicología positiva, con el fin de disminuir sus estados ansiosos con consejos prácticos. La medicina complementaria, busca formar parte del tratamiento y ser una alternativa para ellos, enfocándose en la auriculoterapia, flores de Bach, fitoterapia y biomagnetismo.
En la ceremonia de certificación de los asistentes participó July Venegas, nutricionista y auriculoterapeuta, quien expuso sobre medicina complementaria para pacientes con Parkinson. A los participantes se les realizó una encuesta de satisfacción de los talleres y de bienestar sicológico y social, y se les entregó su diploma de certificación.
Alvaro Guzmán, participante diagnosticado con Parkinson agradeció la ejecución del proyecto y aseguró que «participar de estos talleres cambió mi vida, fue como volver a nacer, pues me permitió conocer más a fondo mi enfermedad así como los tratamientos alternativos para combatirla. Gracias a lo aprendido mejoré mi postura, mi estado de ánimo, mi digestión, el sueño y mi energía».