Día Mundial sin Tabaco se celebra este 31 de mayo en Chile, aún el país con mayor consumo de cigarrillos en el continente.
Imágenes crudas, cáncer, o la “tolerancia 0” que prohíbe fumar en lugares cerrados accesibles al público, son medidas que no han podido reducir uno de los tristes récords que muestra Chile: es el país con mayor consumo de tabaco del continente, y donde el 40% de su población mayor de 15 años es fumador. En este 31 de mayo, Día mundial sin Tabaco, la percepción de algunos especialistas es que las medidas parecen no tener un efecto sustantivo.
Incluso, para la especialista Dra. Marcela Cortés, profesora de postgrado de la Facultad de Medicina UCSC, no han logrado disminuir los hábitos. “El éxito de las medidas de prevención en cualquier patología, son escasas -ya que están involucrados distintos factores, como estilos de vida, situación socioeconómica y cultural entre otros-, y resulta complejo tener una medida de resultados de impacto y éxito”, expresa.
Mientras, Claudia Espinoza Núñez, Enfermera Unidad Salud Estudiantil, es tajante al declarar que “las medidas aún no han sido efectivas”. A juicio de la enfermera, aún queda mucho camino por recorrer. “Falta terminar proyecto de Ley que adecua la legislación nacional al Convenio Marco de Control de Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que está en trámite en el congreso” argumenta Claudia Espinoza, refiriéndose a la iniciativa legal que se enfoca en el uso de aditivos en el tabaco, la adopción de envases genéricos y la prohibición de exhibición de productos en lugares de venta.
Y es en la niñez y la juventud donde hay que poner atención para aplicar medidas preventivas, con el fin de evitar que sean futuros consumidores. “En los jóvenes el mayor incentivo es obtener premios. Según estudios realizados y que se han trabajado en variadas oportunidades por el Ministerio de Salud, la ideas es que esas campañas se sigan difundiendo y ampliando más hacia la población” señala la profesional.
Estas campañas apuntan a algunos de los temas que más afectan a los individuos: los riesgos de salud del consumo de tabaco, y la gran cantidad de gastos públicos por patologías de salud que tienen que ver con el tabaco.
Tabaco: el camino hacia el cáncer de pulmón
Junto al hábito del tabaco asechan las enfermedades. Fumar es un factor de riesgo que cruza a grupos de patologías importantes: no solo el cáncer en general, sino también las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades crónicas respiratorias –muy frecuentes entre los fumadores-.
El tabaco destruye tejido pulmonar, disminuye la capacidad respiratoria, y provoca necrosis. Pero además, genera con el tiempo cambios genéticos y estructurales en las células, lo que provoca que estas se empiecen a reproducir sin control y originen un cáncer.
La Dra. Marcela Cortés es especialista en la investigación del cáncer de pulmón, que presenta dos tipos: uno que es de células pequeñas (entre un 10 y un 12% de los cáncer de pulmón) y el de células grandes, que es el tipo de mayor prevalencia con casi un 90% de los casos. “Se ha demostrado con evidencia científica que en casi el 85% de los casos de cáncer de pulmón de células grandes, el responsable es el tabaco”.
Además, explica la Dra. Cortés, la cantidad de cigarros que una persona fuma al día, o por cuántos años mantiene el hábito, influye en la exposición al riesgo: una persona que fuma una o más de una cajetilla al día, está más expuesta a contraer cáncer, pero “si la persona deja de fumar antes de los 30 años o más joven, el daño que se ha producido en el pulmón se puede revertir”.
Uno de los principales problemas con el cáncer de pulmón es que es relativamente asintomático, y no se diagnostica hasta que está muy avanzado o con metástasis. Las opciones terapéuticas son entonces, bastante escasas. “Todavía no se ha encontrado una opción terapéutica efectiva para curar, sino para lograr supervivencia y una mejor calidad de vida” indicó la Dra. Cortés.