El académico Francisco Cereceda, doctor en Ciencias Químicas y destacado investigador en contaminación, abrió la nueva edición del Magister en Medio Ambiente de la UCSC, momento que aprovechó para referirse a la delicada situación atmosférica que viven ciudades como Chillán y el Gran Concepción.
Este semestre se dio comienzo a un nuevo ciclo del Magíster en Medio Ambiente (MMA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, el que desarrollan en conjunto las facultades de Ingeniería y Ciencias de la Universidad.
Para dar el puntapié inicial al postítulo, se desarrolló la conferencia “Estudios de contaminación atmosférica aplicados a la industria nacional y el Estado” a cargo del Dr. Francisco Cereceda B., Dr. en Ciencias Químicas y director del Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM) de la Universidad Técnica Federico Santa María. Catterina Sóbenes, Jefa del (MMA), destacó la importancia de tener a Cereceda exponiendo y resaltó la aplicabilidad de sus investigaciones en la situación actual que viven algunas comunas del Biobío.
En su charla, Cereceda dio cuenta de los problemas químico ambientales que genera la combustión de leña, hechos que son palpables en ciudades de Chillán, los Ángeles y del Gran Concepción. Solo en la capital de Ñuble van más de 10 episodios críticos de mala calidad del aire, de acuerdo a los índices de polución por material particulado fino (MP2,5) que consigna la estación Purén.
Lo principal, dijo Cereceda, “es desarrollar un diagnóstico certero de qué provoca los altos niveles de contaminación y que material se encuentra en el aire”. El especialista, quien ha destacado por inventar más de 10 patentes en sistemas de tratamiento y recolección de muestras ambientales, además de toxicología ambiental y contaminación asociada a combustión, agregó que “luego podrán determinarse las medidas de mitigación y los canales de verificación y vigilancia”.
El experto desestimó profundizar sobre el plazo que demoraría terminar con los episodios de contaminación en la zona, asegurando que “todo dependerá de qué está provocando los eventos. El gas metano o el CO2 demoran hasta 160 años en desaparecer del ambiente, por lo más importante es detener las fuentes de emisión lo antes posible”.
Sobre el MMA, Catterina Sóbenes comentó que “se dicta en su segundo año, con un cuerpo académico multidisciplinar, necesario para abordar los problemas ambientales”. Agregó que el programa recibe a profesionales de diversas áreas de Ingeniería, Biología, Química del sector privado como público, “que van adquiriendo conocimientos en identificación de cambios ambientales por contaminación, de fuentes contaminantes, en procesos de remediación, en programas de vigilancia ambiental”, entre otros.
Por último, la Académica comentó que “para apoyar este proceso formativo, este año se entrega por primera vez una Beca de Estadía en el extranjero para un estudiante que se encuentra en su último semestre desarrollando su Proyecto de Habilitación de Grado”.