En el marco del Mes del Mar, la Facultad de Ciencias invitó al académico Martin Thiel, quien demostró como el trabajo en red y con ciudadanos voluntarios, permite obtener información valiosa para el trabajo científico.
Quería estudiar las algas, pero cada vez que miraba al mar, se encontraba en el agua y en las playas con otros elementos presentes: desechos. Para Martin Thiel, científico y académico de la Universidad Católica del Norte, esto se transformó en una preocupación, especialmente por lo que descubría en las costas de su zona, en Antofagasta.
Esta preocupación se transformó en una acción, y fue así como comenzó una red de trabajo, tema central de la charla “Los científicos de la basura. Ciencia ciudadana para un mundo mejor”, que expuso antes estudiantes y académicos de la Facultad de Ciencias de la UCSC, quien lo invitó en el marco de las actividades del Mes del Mar.
Thiel señaló que investigando los “parches” flotantes de algas, que llevan una gran variedad de organismos con ellos, muchas veces se enfrentó junto a sus colegas a basura flotante. Las mediciones le permitían observar que la mayor parte se concentraba cerca de las costas, por lo que infería que las fuentes de contaminación estaban a su vez cerca o en el continente.
En sus actividades con la comunidad, crearon una Red Científica Escolar, con el objetivo de contribuir a la formación científica en los colegios, generar información relevante sobre la basura en el país, y a su vez, despertar una conciencia de cuidado ambiental. Fue así que se generó también una metodología de trabajo.
Los datos recolectados por los escolares, señaló, han sido una gran contribución. Entre 2008 y 2012, en la zona de Antofagasta, el registro de la cantidad de basura no ha cambiado mucho, lo que es preocupante para el científico.
Hoy, para el muestreo 2016, se están preparando 40 colegios, y los resultados estarán a fines de julio. “Se puede trabajar a escala enorme. Un equipo pequeño se tomaría al menos tres meses en viajar por toda la costa del país y muestrear, pero con mucha gente el trabajo se puede hacer en un par de semanas”.
El académico agregó que gracias a los escolares se puede datos duros que antes no se tenían. “Se trata de observadores voluntarios, que registran observaciones de manera periódica. Son ciudadanos sin educación científica formal, que ayudan a recolectar datos científicos” detalló.
Encíclica Laudato Si
Thiel en su conferencia, hizo referencia a la encíclica Laudato Si, una invitación del Papa Francisco para atender las urgencias del mundo en material ambiental. El científico señaló que coincidía en lo declarado en ese documento, que indica explícitamente que la Tierra, que es nuestro hogar, se transformando en un basureo, y que las razones por las que un lugar se contamina, requieren de un análisis de la sociedad, en cuanto a nuestro comportamiento y al mundo en que deseamos vivir.
Thiel agregó que “el Papa es un gran socio de los Biólogos Marinos”, pues en la encíclica señala que “los océanos no solo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de las vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos todavía desconocidos para nosotros y amenazados por diversas causas”.