Talabartería y tabiquería fueron parte de los cursos impartidos por OTEC, con el objetivo de entregar alternativas de capacitación laboral al interior de la cárcel.
La Universidad Católica de la Santísima Concepción cumple un rol social al interior de la Cárcel El Manzano de Concepción, con diferentes acciones que se realizan durante el año. Esta vez, fue el turno de la certificación en oficios de un grupo de internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario del Biobío, como término de un trabajo conjunto entre Gendarmería, la Sociedad Concesionaria Grupo Dos y el organismo Técnico de Capacitación de la UCSC.
En total, fueron casi 300 las personas beneficiadas con estas certificaciones, de las cuales la Casa de Estudios apoyó en las áreas tabiquería y talabartería. El resto de los programas abordó áreas de deportes, recreación, arte, cultura y capacitación laboral, conducentes a la reinserción social de los internos.
“Las oportunidades son pocas para nuestros privados de libertad, pero tratamos de avanzar con los medios que tenemos. Estos cursos les permiten dar un paso dentro de este proceso de reclusión, para a la larga salir transformados en hombres útiles para la sociedad y se unan a la fuerza productiva de nuestro país”, señaló el coronel Óscar Aravena, alcaide del centro penitenciario.
Elaboración de distintos artículos de cuero, así como especialización en el trabajo de obras domiciliarias, tabiquería y pintura, fueron parte de lo enseñado durante los talleres, situación valorada por los propios internos.
El Prorrector de la UCSC, Andrés Varela, indicó que “educar es una misión fundamental para la Universidad, y tiene que ser una prioridad para todos. La situación en que se encuentran los internos es compleja, pues están cumpliendo una deuda social, pero requieren las herramientas para que puedan servir a la sociedad”.