Según expertos, los principales problemas radican en mejorar sistemas de alerta, conocer los sectores de alto riesgo y la falta de simulacros de evacuación.
Una imperante necesidad de mejorar los sistemas preventivos, de educación, investigación e inversión en materia de desastres naturales, fue una de las conclusiones que se establecieron en el seminario realizado en dependencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, denominado “Comportamiento de Tsumanis y Daños en Estructuras”.
En esta oportunidad, expuso el experto Erick Mas, Académico Universidad de Tohoku, Japón, sobre “Daños por tsumani a estructuras y desarrollo de curvas de fragilidad”, quien se refirió al nivel de destrucción de viviendas y edificios, según el material de construcción, y además comentó la importancia del método de la curva de fragilidad para evitar futuros daños causados por el arribo en el aumento del nivel del mar por movimientos telúricos. Con dicho procedimiento se puede simular previamente hasta dónde llegará el mar en caso de un terremoto.
También, el académico e investigador del Centro Nacional de Investigación de Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN), Rafael Aránguiz, se refirió a “Comportamiento del tsunami de Illapel del 16 de septiembre de 2015 y daños en Coquimbo”. Oportunidad en la que comentó su experiencia y trabajo en la recolección de datos que servirán para la estimación de daños posibles en eventos futuros.
En el encuentro, al que asistieron más de cien personas, entre estudiantes y académicos, también se estableció la necesidad de fomentar el sistema de alerta a través de la educación, conocer los sectores de alto riesgo, realizar mayor cantidad de simulacros de evacuación, aumentar señaléticas y vías de evacuación. Además de fomentar el trabajo en investigación, específicamente aumentar el conocimiento sobre el comportamiento de tsumanis, fuerza sobre las estructuras y medidas de mitigación.
Rafael Aránguiz, aseguró que “Como país aún no tenemos resueltos temas como educación ni salud, por lo que es difícil pensar en una inversión más fuerte en desastres. Sin embargo, hay que poner más énfasis en la educación preventiva como por ejemplo no permitir la construcción habitacional en sectores cercanos a la costa”.
En tanto, Mas, explicó que en Japón las normas son más estrictas, ya que por ejemplo, no se puede construir al lado del mar. “No es necesario ser tan inflexibles, tal vez se podría establecer sólo comercio en esas zonas, pero lo que es primordial son las medidas de educación a la población, sobre todo a los turistas”.