“Ser sacerdote en Irak es una misión suicida, pero estoy sorprendido cómo sobrevivimos”

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Con la invitación del Arzobispado de Concepción, el Instituto de Teología de la UCSC y “Ayuda a la Iglesia que Sufre”, el padre entregó su testimonio de vida.

Como un sobreviviente y héroe es conocido el Padre iraquí Douglas Bazi, quien luego ser víctima de dos atentados bomba en la parroquia “Mar Elia” de la ciudad de Erbil y un secuestro de nueve días en 2006, refugia a 117 familias cristianas que han escapado del Estado Islámico.

Un mensaje de esperanza que cruzó las fronteras y que este viernes llegó a la UCSC, invitado por el Arzobispado de Concepción, el Instituto de Teología de la UCSC y “Ayuda a la Iglesia que Sufre” (AIS); donde Bazi se refirió a estos hechos de violencia que marcaron su vida, pero confiesa que ha sido el motivo para mantenerse en pie y luchar por el bienestar de sus refugiados.

“A pesar de todo el sufrimiento mi gente no está enojada con Dios, pero ellos se preguntan hasta cuándo va a durar este situación. Yo pienso que en buenas condiciones esto se va a extender otros 17 ó 20 años más. Nos están atacando porque somos el último grupo educado de Irak, es más fácil romper el espejo que cambiar el rostro, y en este caso nosotros somos el espejo”, aseguró Bazi.

El iraquí, originario de Bagdad y que tiene más de 17 años como sacerdote, comentó que nunca ha tenido tiempo de quietud, ya que ha estado toda su vida sumergido en un clima de guerra. “Mi pueblo ha estado sufriendo por más de 200 años y ser sacerdote en Irak es una misión suicida, eso lo sabemos, pero estoy impresionado cómo hemos sobrevivido a los ataques”, argumentó el sacerdote.

Sin embargo, Douglas considera que la ayuda que prestan a los refugiados es parte de su responsabilidad. Particularmente la inspiración de este sacerdote, se enfoca en los niños, quienes en “Mar Elia” cuentan con programas educativos, actividades recreativas y artísticas.

Un escenario complejo, que viven más de 125 mil cristianos que huyen del Estado Islámico, pero que ha dado frutos debido a la cooperación que ha brindado “AIS” que ha colaborado con la construcción de 8 escuelas de primaria y secundaria, que acogen a 8 mil 500 estudiantes de la zona.

El sacerdote finalmente agradeció por la oportunidad de compartir su testimonio y también por la ayuda recibida de AIS. “Quiero pedirle al pueblo chileno que abra las puertas a mi gente”, concluyó.

 

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Testimonio de sacerdote iraquí Douglas Bazi