El Arzobispo y Gran Canciller de la UCSC, Fernando Chomali, encabezó los “tijerales”, con la participación de los trabajadores de la construcción, autoridades universitarias y regionales.

El Arzobispo y Gran Canciller de la UCSC, Fernando Chomali, encabezó los “tijerales”, con la participación de los trabajadores de la construcción, autoridades universitarias y regionales.
En chile solo el 29% de personas con discapacidad en edad productiva realiza algún tipo de trabajo y la mejor forma de integración es el empleo, con apoyo de formación. La Iglesia de Concepción apoya este principio, y reunió a distintas personas e instituciones para llevar a cabo la lavandería Industrial 21, que acogerá a jóvenes con Síndrome de Down.
La iniciativa, que cuenta con apoyo de diversas instituciones, entre ellas la UCSC a través de sus Facultades de Educación, y Ciencias Económicas y Administrativas, realizó este jueves los tradicionales “tijerales” de la construcción, con la presencia de los trabajadores de la obra, los ejecutores de la iniciativas y autoridades regionales y universitarias.
Monseñor Fernando Chomali, impulsor de la iniciativa y quien reunió a las fundaciones e instituciones participantes, recalcó la importancia del rol de los católicos en la acción, para convocar las voluntades, para ejecutar iniciativas y para dar apertura a todas las personas. En ese sentido señaló que “ésta lavandería es católica, y en virtud de su catolicidad, no le hemos preguntado a nadie por su religión(…) aquí están todos los que necesitan trabajar y pueden hacerlo y con eso basta”.
Maite Otondo, Jefe de Carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la UCSC, destacó que este proyecto ha sido muy bien pensado, y quienes lo ejecutan lo llevan a cabo de manera muy seria, para que el proyecto efectivamente favorezca la inclusión de jóvenes con Síndrome de Down.
El trabajo de acompañamiento profesional a los jóvenes y a sus familias ya comenzó, según detalló Otondo, quien en la ceremonia presentó a las madres y sus hijos que han confiado en esta iniciativa, y que participan en una intensa capacitación durante toda la semana, con psicólogos, sociólogos y educadores diferenciales.
Mónica González, madre de dos jóvenes que serán parte de esta Lavandería, Rodrigo y María José, recalcó que esta iniciativa pionera en Chile, significa una dignificación de estos jóvenes en su formación como personas, reconociendo sus capacidades distintas.