UCSC certificó en oficios a medio centenar de internos del penal Biobío

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El programa desarrollado por la Casa de Estudios, junto a la Sociedad Concesionada Grupo dos, Sodexo y Gendarmería, permitió a 55 reclusos aprender un oficio que les facilitará trabajar en forma independiente una vez en libertad.

A la ceremonia de certificación asistieron autoridades de la UCSC, de Gendarmería y de Sodexo.
A la ceremonia de certificación asistieron autoridades de la UCSC, de Gendarmería y de Sodexo.

El programa desarrollado por la Casa de Estudios, junto a la Sociedad Concesionada Grupo dos, Sodexo y Gendarmería, permitió a 55 reclusos aprender un oficio que les facilitará trabajar en forma independiente una vez en libertad.

Con el objetivo de contribuir a la reinserción social y seguridad pública, la UCSC a través de su Organismo Técnico de Capacitación (OTEC), junto a la Sociedad Concesionada Grupo dos, Sodexo y Gendarmería, brindaron capacitación a personas privadas de libertad para que, estando en libertad, puedan ejercer oficios que les permitan desarrollarse de forma independiente.

Armado y Reparación de Bicicletas, Instalación de Cerámicos, Pintura, Orfebrería, Bisutería, Orfebrería Mapuche y Lapidación, fueron los oficios aprendidos por 55 reclusos, que en una simbólica ceremonia al interior del penal, recibieron sus diplomas que los certifican para la ejecución de dichas actividades.

“Para la Universidad es un momento satisfacción, en el que se les entregan estos certificados fruto de su perseverancia y trabajo. Dedicaron un número significativo de horas para transformar en realidad sus sueños. Espero que sean muchas más las capacitaciones que podamos hacer en conjunto”, señaló Juan Cancino, Rector de la UCSC.

El proyecto se inició a comienzos del segundo semestre y contempló siete cursos de 150 horas de duración cada uno, que otorgaron las herramientas a los reclusos para enfrentar una vida laboral en base a las destrezas aprendidas. Se implementaron talleres con todos los insumos necesarios para educarse en los oficios impartidos.

“Al salir en libertad pienso trabajar en lo que aprendí, que es Armado y Reparación de Bicicletas, espero también ayudar a otros compañeros a que aprendan este oficio tan bonito. Lo que quiero es trabajar independiente y ayudar a mi familia y no volver a delinquir”, indicó  Cristian Arancibia, beneficiario del taller.

Quienes accedieron al beneficio fueron los condenados a quienes les quedaban menos de seis meses de sanción, se excluyeron a los internos condenados en los módulos de máxima seguridad o aislados por disciplina.