Jorge Jara, de la empresa consultora Visión 360 orientada a los recursos humanos, abrió el segundo día de las Jornadas Universitarias “¿Tengo competencias para la empleabilidad futura?”.

Jorge Jara, de la empresa consultora Visión 360 orientada a los recursos humanos, abrió el segundo día de las Jornadas Universitarias “¿Tengo competencias para la empleabilidad futura?”.
Cómo hacernos expertos en coordinar acciones es un desafío que encontramos en el mundo del trabajo. Sobre este tema expuso el sicólogo laboral, Jorge Jara, de la empresa consultora penquista Visión 360 -orientada a los recursos humanos-, en las Jornadas Universitarias “¿Tengo competencias para la empleabilidad futura?” que se realizan entre el 12 y 14 de junio en la UCSC.
En la oportunidad, el profesional abordó el modelo “Ciclo de coordinación de acciones” y la importancia de adoptarlo en el trabajo. Creación de contexto es la primera fase del ciclo, donde se articula la petición y se desarrolla el proceso de seducción, es decir, de qué manera se logra que la petición sea útil para la otra persona, como también generar en ella compromiso y lealtad respecto de lo que se solicita.
La segunda fase es la negociación, centrada en el individuo a quien se le realiza la petición, y en esta etapa adquiere importancia aprender a decir “no”. “Esta respuesta tiene que estar en los repertorios conductuales, debemos ser capaces de sostener nuestras posturas con un no responsable, porque fomenta la confianza; es un mal hábito en lo laboral y una habilidad que tenemos poco desarrollada”, indicó Jara.
Como tercera fase, señaló la realización, relacionada con el seguimiento, las contingencias, y la posibilidad de revocar y cancelar. Es aquí donde surge la compensación: “Permite que se mantenga viva la confianza”, destacó el expositor.
En la evaluación -cuarta y última fase- enjuiciamos la calidad, aprendemos y podemos reclamar. Sin embargo, indicó el expositor, “a esto se le tiene pavor en el trabajo, evitamos la evaluación”, enfatizando que “es una de las etapas más importantes del ciclo, donde tengo la oportunidad de aprender, si no me dicen cómo estoy haciendo las cosas cómo voy a saber si voy bien o mal. La evaluación debería estar siempre formalmente establecida, de lo contrario, buscarla”.
En cuanto a la calidad del trabajo, “no está dada sólo por el producto que entrego, sino también por la experiencia de trabajar conmigo”, agregó.
“Es un modelo simple y se ordena y comprende mejor si nos impregnamos de él. Al preocupamos de desarrollar las habilidades de cada fase vamos a marcar una diferencia en relación a los demás trabajadores. Es importante analizar en qué áreas estamos bien y en cuáles mal”, concluyó el sicólogo.