La Decana de Economía de la U. of West Georgia Faye S. McIntyre visita la UCSC.

La Decana de Economía de la U. of West Georgia Faye S. McIntyre visita la UCSC.
Hay reglas laborales que se aprenden con la experiencia, y Faye S. McIntyre, Decana de la Facultad de Economía de la University of West Georgia de Estados Unidos, compartió su decálogo personal con los universitarios y académicos de la UCSC.
La experta norteamericana que visita a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas como parte de una delegación que se reúne con autoridades de la UCSC durante la semana, dictó la charla «Éxito en el ámbito laboral».
En un auditorio copado de estudiantes y profesores, McIntyre señaló 10 reglas aprendidas a lo largo de su experiencia profesional, que están muy ligadas a habilidades personales y sociales de los ejecutivos que alcanzan cargos directivos, y las enumeró desde la décima a la primera.
La economista señaló que la décima regla es entender rápidamente la cultura y el negocio, ejemplificando con la importancia de conocer cómo se trata a los superiores, poner atención no sólo cuando otros hablan sino también en lo que se dice, y en aspectos como la puntualidad o impuntualidad que van generando la reputación.
Continuó con la regla de ser cuidadosos con las relaciones interpersonales al interior del trabajo, asegurando que cuando naces relaciones de pareja “nada vuelve a ser privado” y que se deben entender los distintos niveles de amistad par saber cuándo marcar los límites.
Como octava regla, McIntyre declaró que una persona siempre debe hacer preguntas y realizar afirmaciones, reconociendo a quién y cuándo hacerlas. Le sigue la regla de que la educación y el aprendizaje nunca terminan, especialmente cuándo se trata de comprender a otros.
La académica estadounidense se detuvo en la sexta norma: la impresión importa, y sus efectos se cumulan. En este punto, detalló que siempre que se pueda, hay que reconocer en el trabajo los créditos de los demás miembros del equipo, y tener en cuenta que todo en una persona comunica algo. La apariencia, los movimientos, el lenguaje, los silencios, la terminología, el cómo se estrechan las manos, el perfume, o el ambiente de la oficina.
Por último, prosiguió Faye McIntyre, el éxito laboral también requiere ser organizado, atender los detalles y no dejar de lado la parte más importante del trabajo aun cuando hay más tareas, estar abierto a las oportunidades sin temer al fracaso, no tener miedo a decir que no, y en primer lugar, disfrutar de la vida.