La fiesta eucarística y su correcta celebración fueron tema central de charla en San Andrés

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Sacerdote SSCC entregó distintos detalles en actividad organizada por estudiantes.

“La norma es la pauta, pero envejece, es por eso que nosotros los católicos debemos preocuparnos que prime la vida”, enfatizó el Pbro. Guillermo Rozas.

Dr. en Sagrada Liturgia entregó detalles en actividad organizada por estudiantes.

Quién mejor para aclarar esas dudas relacionadas con la celebración eucarística que quien la oficia a diario. A partir de esa consigna es que los estudiantes de Licenciatura en Ciencias Religiosas y Estudios Eclesiásticos organizaron la charla “Celebración Litúrgica. Aspectos prácticos de la Eucaristía”, a cargo del Pbro. Guillermo Rozas, de los SSCC, Doctor en Sagrada Litugia reconocido en Chile y toda Latinoamérica.

Si bien el Misal Romano establece las normas de celebración muy claramente, el Padre Rozas aclaró con palabras simples una serie de dudas relacionadas por parte de los estudiantes, a partir de lo aprobado por el Vaticano y la norma. “La Iglesia valida muchas muestras de espiritualidad, pero es importante tener claro que hay cosas que no están permitidas, como las ‘chorezas’ de cualquier tipo o las ‘mañas’ de los curas”, aseveró el sacerdote que residió por más de siete años en Roma.

En ese contexto, hay aspectos fundamentales que no todos los católicos conocemos, como que las ofrendas son exclusivamente el pan y el vino, sin considerar otros artículos que se entregan en el altar, salvo en casos excepcionales y particulares. “Las circunstancias a veces implican algunos pequeños cambios, pero para ser oportunos es fundamental la educación, una necesaria catequesis capaz de formar a la comunidad en estos temas”, sentenció el Padre Rozas.

Para alguien poco observador quizás no hay diferencias en la entrega y recepción de la hostia, pero nuestros estudiantes sí reconocen ciertas formas que son incluso más prácticas que otras. Otro elemento fundamental es el respecto por los silencios durante la celebración, “que no todas las comunidades comprenden, pero Dios nos habla en el silencio”, explicó también el Pbro. Guillermo Rozas.