
Este viernes se efectuó la Misa de Envío para los ocho estudiantes que conforman el segundo grupo que vivirá esta experiencia durante julio.
Alegría y espíritu solidario son dos de los principales ingredientes del proyecto de vida en comunidad Storta, perteneciente a la Dirección de Pastoral. El segundo grupo de voluntarios comenzó esta experiencia el viernes pasado, luego de la Misa de Envío celebrada en la Capilla Santa María Reina del Campus San Andrés.
Stephanie Aedo, de la carrera de Pedagogía Media en Inglés, es parte del grupo de nuevos voluntarios. Lo que motivó a esta joven a participar en el proyecto fue el trabajo social en el Hogar Cristo “para conocer otras realidades, ayudar a la gente y vivir en comunidad”.
En tanto, el joven Fernando Uribe, de Biología Marina, acaba de culminar el mes de vida comunitaria con una gran satisfacción. “Es una experiencia en que uno conoce a las personas con las que vive sin máscaras, sin escudos, compenetrándose bien como grupo, casi como una familia”, comentó. El estudiante agregó que en el trabajo realizado en el Hogar de Cristo pudieron reconocer fácilmente a Cristo, mediante experiencias e historias de vida que no se ven en el quehacer cotidiano.