Misa del Gallo recibió con alegría al Niño Jesús

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En la Capilla Santa María Reina, el Vice Gran Canciller, R.P. Luis Rifo, celebró esta Liturgia.
En la Capilla Santa María Reina, el Vice Gran Canciller, R.P. Luis Rifo, celebró esta Liturgia.

“El misterio de la Navidad se testimonia con una vida santa y con una disponibilidad para Dios que llega al heroísmo” expresó el Vice Gran Canciller de la UCSC, Presbítero Luis Rifo, en la Liturgia celebrada la noche del viernes en la Capilla Santa María Reina.

“Vayamos, cristianos, llenos de alegría…” fue el cántico que dio inicio a la Misa del Gallo, celebrada el pasado viernes , a las 22.00 horas,  por el Vice Gran Canciller de nuestra  Casa de Estudios, R.P. Luis Rifo, en la Capilla Santa María Reina del Campus San Andrés.

En su Homilía, el Vice Gran Canciller señaló que “la Liturgia de la Iglesia desde muy antiguo ha tenido una viva conciencia de la trascendencia de la Encarnación del Verbo y más todavía del nacimiento del Redentor”, y agregó que “en ningún otro momento del año litúrgico estamos en estas cuatro misas con canon propio, con sus lectura propias, que es para el día de la Navidad: la Misa de la Vigilia, la Misa de la Medianoche, que es la que estamos ahora realizando; la Misa de la Aurora, al clarear el alba, y la del Mediodía, con la particularidad que en las cuatro misas que se suceden en el curso de las 24 horas los fieles pueden comulgar”.

Al referirse al nacimiento de Jesús, dijo que éste nos permite apreciar los caminos de Dios: el camino de la humildad, del abajamiento, de la humillación y, al mismo tiempo, transitar a partir del misterio de la divinidad, manifestado en la indefensión de un niño, para adentrarnos en el misterio insondable y grande de Dios misericordioso.

Asimismo, manifestó que la fiesta de la Navidad “imprime un realismo que supone la voluntad, la promesa cumplida de parte de  Dios que se hace hombre y que, a partir de allí, nos restaura y propugna a la inteligencia con el objeto de guiarnos de ahí en adelante no conforme a los criterios de este mundo, de la razón pura, sino de esa razón iluminada por la fe”.

El R.P. Luis Rifo terminó la Homilía pidiendo que Dios nos otorgue la gracia de concentrar la mirada en el pesebre de Belén, “que nos trae como consecuencia este gran misterio que no es otra cosa que la persona de Jesucristo, del Salvador, que trae la paz, la dicha, la verdad, todo lo que puede colmar en plenitud los anhelos humanos”.

Antes de finalizar la Misa, el Gran Canciller instaló la figura del Niño Jesús en el pesebre, imagen que posteriormente los fieles besaron. También el sacerdote deseó a todos una feliz Navidad y transmitió el saludo del Gran Canciller, Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo electo de Santiago y Administrador Apostólico de Concepción.