El Director de Pastoral, Padre Víctor Álvarez, recalcó la importancia de no perder la esencia de esta celebración, que es que «Dios irrumpe permanentemente en nuestras vidas».
La tradicional Misa de Navidad de la Universidad, fue la culminación de una extensa agenda de actividades llevada a cabo durante la última semana para dar vida al sentido auténtico de esta celebración católica, con la participación de la comunidad en distintos Campus y Sedes.
La Eucaristía se efectuó en la Capilla Santa María Reina del Campus San Andrés, donde el coro interpretó diversos temas navideños frente al pesebre. En su homilía, el Padre Víctor Álvarez se refirió especialmente a dos aspectos: lo que se celebra en Navidad, y la invitación que hace Dios en esta fecha.
«No podemos perder lo que es esencial, Dios ha irrumpido en la historia de la humanidad» indicó el sacerdote, agregando que, a su juicio, el Evangelio de San Lucas grafica claramente lo que sucedió. «En esa noche, en la oscuridad del mundo, aparece la luz de Dios que se manifiesta en lo frágil, en lo sencillo, en Belén, en la casa del pan. Dios nos viene a alimentar. En un mundo donde los poderosos son servidos, un Dios aparece en un niño, envuelto en pañales para servir» expresó.
Asimismo, recalcó que en Navidad, «celebramos un misterio que se actualiza. Dios viene permanentemente a nuestra vida, y se hace patente, en la medida que lo acojamos, dándole lugar para nacer».
El Padre Víctor, haciendo un paralelo con lo que sucede cuando se visita la iglesia de la Natividad, que es una cueva, indicó que «la vida es una vida que está llamada a inclinarse, a agradecer. Lo que Dios nos manifiesta es que se puede pasar por este mundo siendo frágil. Aprendamos a mirar la realidad y la vida, a largo plazo y de manera amplia. Vivir al interior de las familias y la comunidad en un tiempo que no ha sido fácil y que implica riqueza de alma, para que volvamos a encontrarnos como comunidad».