Jornada del equipo de Preparación en la Enseñanza Media (PEM) del programa congregó a establecimientos educacionales en torno a los problemas de convivencia tras el regreso presencial.
Por Daniel Vilugrón T.
Ante la creciente ola de casos de violencia generados por jóvenes dentro y fuera de los establecimientos educacionales, a las dificultades de convivencia entre las y los estudiantes, como también las problemáticas socioemocionales surgidas durante la pandemia, el equipo de Preparación en la Enseñanza Media (PEM) del Programa PACE de la UCSC preparó una jornada de capacitación para los equipos docentes en torno a la convivencia escolar.
Respecto al encuentro, Carlos Caro, Especialista Desarrollo de Habilidades Transversales (PEM) comentó que “con este tipo de actividades, se busca dar respuesta a las necesidades detectadas por los establecimientos de la red PACE UCSC. El retorno a la presencialidad ha traído aparejadas dificultades de los y las estudiantes en cuanto a sus relaciones sociales, ya que, en muchos casos estuvieron cerca de dos años sin relacionarse en el contexto escolar de manera presencial, lo cual obviamente tuvo un impacto al interior de las aulas”.
En tanto, la Integrante del Consejo Asesor Ministerial para la Convivencia Escolar y relatora del taller, Carolina Hirmas, señaló que “estos dos años de pandemia han causado estragos en nuestros niños, niñas y jóvenes, y necesitamos darnos los tiempos como equipos pedagógicos para poder responder eficiente y eficazmente a este gran desafío”, agregando que “lo que valoro de esta instancia es poder trabajar con 26 liceos. El profesorado, los docentes, los equipos sicosociales que trabajan en las escuelas, los equipos PIE tienen un saber profesional que generalmente no es escuchado, no es valorado. Necesitamos darnos tiempos para reflexionar sobre estos saberes, sacarlos a la luz y poder intercambiar estrategias, metodologías, enfoques, siendo críticos sobre lo que hacemos, sobre las oportunidades de transformación que tenemos, sobre los nudos críticos y las complejidades que estamos enfrentando”.
Plan Mineduc
Como parte del plan “Estrategia de Bienestar y Convivencia” lanzado por el Mineduc, se creó un Consejo Asesor Ministerial para la Convivencia Escolar compuesto por 13 expertos en salud mental, bienestar y convivencia, quienes están trabajando en elaborar, así como en orientar políticas públicas a corto y largo plazo en esta materia.
Carolina Hirmas, integrante del comité, informó que “tuvimos que insumar una política que ellos (Mineduc) sacaron adelante, la difundieron y están en período de puesta en marcha, que es la política de reactivación educativa integral, para la cual nos reunimos una vez cada dos semanas con el propósito de avanzar en cómo ir construyendo y desarrollando más ideas sobre cómo responder a la situación actual”. Sin embargo, clarificó que “de todas maneras trabajamos independientemente de la convocatoria que nos hizo el ministerio. Desarrollamos un documento que es una propuesta con pasos y acciones concretas, y estamos a la espera de que nos convoquen y veamos cómo nos va”.
Tomando en cuenta el trabajo realizado durante la jornada, Raquel Salas, Directora del Liceo Politécnico Capitán Ignacio Carrera Pinto, comentó: “creo que partimos equivocados en un principio, quisimos hacer lo mismo de siempre y en realidad la situación de los chiquillos que vivieron en pandemia fue compleja también para ellos en sus contextos familiares. La escuela o el liceo necesitaba ofertar cosas diferentes, no podíamos volver a un sistema regular y los jóvenes lo hicieron notar en su interacción con los demás compañeros, con sus pares, con sus profesores. Eso nos hizo repensar y tomar decisiones”.
Por su parte, Marcia Huenchuleo, encargada de Convivencia Escolar del Liceo Bicentenario Técnico Profesional Alonso de Ercilla y Zúñiga, señaló que “los chiquillos perdieron la habilidad de relacionarse y socializar, estuvieron dos años y medio encerrados, quedaron mucho tiempo solos en sus casas y el celular era el único medio para poder relacionarse. Entonces, ahora tienen que adaptarse nuevamente a estar con otras personas, a aprender a convivir y esa es una gran tarea que nos queda a todos los encargados de convivencia, los profesores jefes y la comunidad en general”.
Carlos Caro, agregó que “a partir de las reflexiones realizadas al cierre de la jornada, no me caben dudas que las expectativas fueron superadas, ya que los y las docentes agradecieron la oportunidad de hacer un alto en sus labores para poder replantearse, desde su vivencia, el significado que implica ser formadores y formadoras”.