Conversatorio organizado por el Departamento de Derecho Laboral y Económico de la UCSC permitió conocer la legislación e implementación de esta modalidad en Latinoamérica y España.
De acuerdo a los datos de la Dirección del Trabajo, al 31 de mayo de 2021, se habían registrado ante ella un total de 283.610 pactos de trabajo a distancia o teletrabajo, de los cuales 67.106 se encuentran vigentes a esa fecha. Para evaluar lo que ha sido esta modalidad, a un año de la pandemia, el Departamento de Derecho Económico y Laboral de la Facultad de Derecho de la UCSC organizó un conversatorio que reunió a académicos de Latinoamérica y España.
El encuentro se inició con la conferencia del Subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, quien sostuvo que “en Chile tenemos una ley de teletrabajo y trabajo a distancia (Ley 21.220) que entró en vigencia el 1 de abril de 2020 y que llegó en el momento preciso. No fue una ley que se hiciera a propósito de la pandemia, ya tenía una larga tramitación y en ella participaron un sin número de actores sociales del mundo sindical y empresarial, y contamos con una activa participación de la OIT”.
Asimismo, agregó que dentro de los objetivos de esta normativa están: generar mejor nivel de empleabilidad en sectores tradicionalmente marginados del mercado laboral, disminuir el desempleo en zonas alejadas del país, compatibilizar de mejor forma el trabajo con la familia, incentivado la corresponsabilidad parental, generar empleos verdes como efecto de la disminución de los tiempos de traslados y el cuidado del medioambiente, y un cambio cultural relacionado con la eficiencia en el trabajo.
En término generales, esta ley aborda la definición de trabajo a distancia y teletrabajo, lugar de prestación de los servicios, derecho a retracto, jornada de trabajo, derecho a desconexión, herramientas de trabajo, normas de prevención, seguridad y salud en el trabajo, reglamento, accidentes del trabajo y enfermedades profesionales, así como otros derechos y obligaciones.
Tras las palabras del subsecretario se dio paso a las exposiciones de los académicos, las que también permitieron conocer la realidad sobre esta materia en Argentina, Uruguay, Venezuela, Perú, México, Bolivia, Colombia y España.
“En Perú tenemos dos graves problemas: poca formalidad laboral y centralismo. Creo que los problemas a resolver, en lo macro, son la informalidad, la capacitación del trabajador y el estado como (mal) ejemplo, por las relaciones laborales con él. En lo micro, la falta de diálogo y la representación laboral, la demora judicial y la restricción de la inspección, y la naturaleza de nuestras normas. El trabajo remoto fue una reacción rápida para poder solucionar los problemas que trajo la pandemia, pero sin ninguna participación de las partes”, sostuvo Daniel Ulloa, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Por su parte, el académico Carlos Busch, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, señaló que a través de la promulgación de ciertas normativas, se determinó la aplicación de medidas laborales preventivas y de acción para evitar la propagación y contagio del Covid-19, entre ellas, jornadas laborales excepcionales y licencias especiales para personas con enfermedades de base.
En tanto, Yenny Pinto, docente de la Universidad, abordó la implementación del teletrabajo en Chile, destacando el derecho a desconexión y la obligación por parte del empleador de proporcionar los materiales de trabajo, así como el estar a cargo de los costos de operación, funcionamiento, mantenimiento y reparación de los equipos. De igual modo, hizo referencia a las condiciones específicas de seguridad y salud a que deben sujetarse los trabajadores.
“Cuando se establece el derecho a desconexión, se regula para un determinado sector que son aquellos que están excluidos de la limitación de jornada, por lo tanto, al estar regulado expresamente en el Código del Trabajo estoy dejando fuera al sector público, porque nuestro Código del Trabajo se aplica al sector privado”, sostuvo la académica.
Para acceder al conversatorio pinche aquí